<body> El Tanque Sisley - Retroceder siempre, rendirse capaz<

04 mayo 2010

Campeón




Estuve media hora para tratar de acordarme la contraseña de este blog, mitad por falta de costumbre y mitad por nervios. Bah, nervios no. Es otra cosa, una sensación de piernas flojas, mezcla de éxtasis y tensión liberada. Esta tarde El Tanque Sisley ascendió a Primera, en una de las definiciones más emocionantes que haya visto. Al menos de las que haya visto en una oficina, por Internet. Y ahí estuve, sufriendo los goles de Sud América casi tanto como los cortes en la transmisión. Y ahí estuve, puteando a los que me llamaban por teléfono cuando El Tanque lograba el empate. Y ahí estuve, mirando sin poder mirar, gritando sin poder gritar, creyendo sin poder creer, el tiro interminable de Atilio Alvez, tan lento y angustiante que me dio tiempo para cerrar los ojos, imaginarme cómo sería gloria, volverlos a abrir y darme cuenta de la poca imaginación que tengo. La pelota cruzó la línea, no hubo tiempo para otra cosa.
¡
EL Tanque Sisley a Primera!


4 de mayo de 2010
El Tanque Sisley 3 : 2 Sud América

Cancha: Parque Capurro.

POSICIÓN ANUAL :

Juan

21 febrero 2008

La camiseta




El recuerdo más lejano que tengo de una camiseta de fútbol data de 1987, cuando me obsequiaron una albiceleste de Racing que bien podría haber sido de Argentina porque no tenía escudo, ni marca ni nada. Sólo gruesos bastones celestes y blancos.
En aquel momento no sabía que esa camiseta era de piqué. No sabía lo que era el piqué. Ni el algodón. Era lógico, tenía 6 años e iba a primer grado. Tampoco sabía lo que era un telegrama de renuncia, una angioplastia o un sabarín.

Con el tiempo me fueron regalando otras casacas. Con mangas largas, con mangas cortas, de raso, con números, con auspiciantes y con escudos de equipos que apenas reconocía. Y por alguna razón que no logro determinar, las fui guardando.
No registro el momento exacto en el que me compré por primera vez una camiseta, pero calculo que fue hace 10 años. Desde entonces he pasado por varias etapas del coleccionismo. Épocas en las que no adquiría nada y épocas de billetera (o mouse) incontinente y con poco sentido de la austeridad. Desde hace un año me encuentro en ese último estadío. Soy un adicto que se miente todo el tiempo, que promete que compra una camiseta en oferta para luego revenderla al doble del precio, cuando en realidad sabe que eso es prácticamente imposible. Y no porque no haya interesados en pagar 100 por algo que uno adquirió a 50. El tema radica en que desprenderse de una camiseta, sobre todo si a uno le gusta, es como vender a la mascota de la casa. Como poder se puede. Pero no hay que tener corazón.

Ayer a la mañana sonó el timbre. Era el cartero, que me entregó 4 sobres. El más gordo fue el único que me interesó. Ahí dentro venía doblada, nueva, hermosa, la camiseta de El Tanque Silsley que había comprado unas semanas atrás. Es linda, me gusta. Tiene el 10 en la espalda y el Le Coq Sportif bien grande. Después de la decimosexta vez que me la probé, volví a jurar que nunca más voy a gastar tanta plata en una camiseta. Pasaron un par de horas y ya no me lo creo.

Los otros sobres que trajo el señor del correo tienen cuentas, cuentas y cuentas. Habrá que pagarlas, es lo malo de ser adulto. Tengo 27 años y sigo sin saber qué es un sabarín.





16 de octubre de 2008
El Tanque Sisley 0 : 1 Cerro Largo

Cancha: Estadio Arq. Antonio Ubilla.

POSICIÓN CLAUSURA :14º (16 EQUIPOS)
POSICIÓN ANUAL : (16 EQUIPOS)

Juan

14 octubre 2007

Nunca tan cerca



...de ser el más boludo del Mundo. Estando de visita en el Uruguay y a pocas cuadras de la cancha donde El Tanque jugaría ante Cerrito por la cuarta fecha de la segunda división, tuve la torpeza de creer que el partido no se iba a disputar. Me persuadió la insistente lluvia que no paraba de caer desde el día anterior. Me convenció más la cama (el match empezaba a las 10 de la matina y yo me había acostado a eso de las 5) que por intermedio de la almohada me metía mensajes subliminales del estilo "no seas pelotudo, te vas a ir a cagar de frío" ó "debe estar todo innundado, la fecha se va a suspender".
La última vez que abrí los ojos con el cotejo todavía en mis planes fue a las 9 AM. Y por la ventana del hotel se observaba el diluvio universal (aunque ahora, sabiendo lo que me cobraron por la habitación con freezer, no descartaría que fuese un holograma climatológico incluído en el precio). Me tapé la cabeza hasta los cuernos y seguí apoliyando.
Dos horas y pico más tarde, cuando recuperé el primer sentido, prendí la tele y me enteré de algo terrible: El Tanque estaba jugando (sí, lo pasaban por TV). Y yo no estaba ahí.
Promediaba el segundo tiempo y perdíamos 2 a 1. A juzgar por lo que el relator transmitía, recién nos habían encajado el segundo. Me puse el pantalón, las zapatillas y antes de agarrar el cepillo de dientes llegó la estocada final de un ser humano apellidado Foletti. Cerrito arriba 3 a 1.
Entre la desazón propia y todo lo que cuesta convencer a otra persona de que deje de dormir y te acompañe a ver los últimos 5 minutos de un partido de la B uruguaya, cuando me quise acordar el trámite ya estaba cocinado.



Obstinado, quise conocer el lugar de los hechos, aún con los protagonistas a kilómetros de distancia. Me tomé un bondi que me dejó más o menos lejos del Parque Méndez Piana y caminé bastante para recolectar pruebas.



Por esa puerta (la número 1) ingresa la gente. Ahí es donde se producen los aglutinamientos, los desbordes y por último, los desmanes.



Acá las boleterías. Fijensé el valor de la entrada general. Casi la mitad de lo que sale comprar una chocolatada de segunda marca en el Ta-Ta.




La foto fue tomada una hora después de haber finalizado el encuentro. Pero si la sacaba en el entretiempo hubiese sido lo mismo.



Ya todo el Mundo lo sabe.



Resignado después haber recorrido varios locales de indumentaria deportiva (che charrúa, vale vender camisetas originales, eh) sin encontrar ni un mísero banderín de El Tanque, traté de disfrutar mi último día en Montevideo (el jueves 11) alejado de mi objetivo: llevarme algo de ese glorioso cuadro.
Sin embargo, Dios me tenía guardado un guiño de satisfacción. Minutos antes de tomarme el bondi en la terminal de Tres Cruces, me topé con un puesto de banderas atendido por un viejo (edad estimada: 121 años) que con una simple acción me demostró que era distinto a cualquier otro empleado de la más afamada casa de deportes. No se me cagó de risa cuando le dije que buscaba un recuerdo de El Tanque. Es más, me dijo que hace muchos años le habían encargado un trapo que él mismo confeccionó a mano y que nunca lo habían pasado a buscar. Lo acompañé hasta el lugar indicado y ahí, entre malolientes telas de manyas y bolsos la vi. Verde y negra a cuadros. Una reliquia hecha insignia.
Cuando le pregunté cuanto me salía se sonrió y me dijo: "vale 350 (unos $50 argentinos) pero dame lo que quieras". Pensé en darle el billete más chico que tenía: uno de 50 uruguayos, pero ese trapo valía más. Arreglamos en 200 y los dos nos fuimos contentos. Él se guardó la plata en el bolsillo y siguió atendiendo gente debajo de esa toldería húmeda y perdida en el tiempo. Yo aumenté aún más el volumen de mi mochila, a punto de explotar, que sin embargo no pesaba tanto como la carga de haber estado en Montevideo y no haber visto, en carne propia, al viejo y querido Tanque Sisley.



6 de octubre de 2007
El Tanque Sisley 1:3 Cerrito

Cancha: Parque Méndez Piana.

POSICIÓN APERTURA :14º (18 EQUIPOS)


Juan

24 febrero 2007

Segunda

No cualquiera se toma un intervalo de 5 meses entre un post y otro. Sobre todo teniendo en cuenta que el primero, aquel que cortó la cinta inaugural, le había prometido al autor, entre interrumpidas siestas laborales, que sería el inicio de una saga relativamente constante. Nada de eso. Este blog elige muy bien los momentos para actualizarse. Cuando este espacio ganó terreno en la web, el viejo y querido Tanque encadenó un par de valiosos triunfos e inmerecidos empates que dejamos pasar, como dignos representantes del inoportunismo. Preferimos no subirnos al caballo de la victoria. Optamos por volver al ruedo ahora, con nuestro equipo anteúltimo y después de un mudo 0 a 0.

24 de febrero de 2007
El Tanque Sisley 0:0 Deportivo Maldonado

Cancha: Estadio Della Valle.

POSICIÓN CLAUSURA
:13º (14 EQUIPOS)
POSICION ANUAL
:13º (16 EQUIPOS)

Juan

25 septiembre 2006

Sobrevivir




Sobrevivir, como se pueda. Mutando, esperando o besando la lona. Desde abajo se gestan las mejores ideas con olor a fracaso. Pero también ahí, junto al humus de lo incierto, crece la mano más inocente que en sus ratos de impertinencia se estira más de lo debido y osa con tocarle el culo a los grandes. ¡Vamo' el Tanque nomaaa!

Juan